Escuela de verano de Cáritas

Escuela de Verano

CONFIRMACIÓN DE ADULTOS

Un regalo para nuestra Parroquia en pleno verano

El pasado domingo 17 de julio, fue un día grande para las Parroquias de La Roda en particular, para nuestra Iglesia en general; pues, un buen grupo de rodenses, renovaron las promesas del Bautismo, fueron ungidos por el crisma y fortalecidos con el don del Espíritu Santo. Confirmación: consolidar, amar; todo en una misma palabra. Dando este paso, demostráis la valentía que hay en vosotros, y con la seguridad de vuestra madurez.

El avanzar en la vida no es cómodo. Pero lo cómodo no es lo verdadero y sólo lo verdadero es vida. Habéis confirmado, que queréis recorrer vuestro camino con Él, porque sabéis que Él es la vida (Jn 14,6). Es comprometerse con Cristo desde ese contrato de amistad, a anunciarle en medio del mundo,  con nuestras palabras y nuestra conducta; tener la valentía y la humildad de pronunciar su Nombre, su Palabra, de anunciar su muerte, de proclamar su Resurrección.

Pedro Jesús García, Diácono Permanente de nuestra Parroquia, y catequista de este grupo de confirmandos:

Es un regalo para nuestra iglesia, que las personas adultas confirmen que son cristianos y que no se avergüenzan de ello.

Como formador de este grupo de confirmandos adultos solo puedo dar las gracias a cada y por cada uno de ellos, y pedirle al Espíritu Santo que llene tanto su corazón como lo hace con el mío.

Gracias amigos, gracias hermanos!!!

"Vosotros sois la luz del mundo, brille así vuestra luz en medio de los hombres" Mt 5,14.

Testimonios de algunas de las personas que se confirmaron el pasado domingo día 17 de julio:

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Para mí recibir el sacramento de la confirmación ha sido como bien la palabra dice confirmarme en la fe, el conocer gente que como yo han querido recibir el don del Espíritu Santo a una edad en la cual somos conscientes de lo que vamos a recibir, ha sido una experiencia única en mi vida.. Doy gracias a Dios por estos bonitos momentos que he vivido junto a mis compañeros y pedirle que me ayude a estar más cerca de de Éll en mi día a día... (R.L.)

·     Para mí el sacramento de la confirmación que recibido hoy, sobre todo me ha reforzado impresionante mi fe cristiana, me he sentido más cerca del señor, por eso cada día quiero ser mejor cristiano, necesito y quiero que la gracia, la luz y la fuerza del Espíritu Santo me acompañe toda mi vida. (J.I.M.)

·   Mi confirmación para mí ha significado ese abrazo físico de mi padre, ese descanso y remanso de paz interiormente buscaba constantemente, para mí ha sido el sí quiero libre y voluntariamente que más feliz me ha hecho sentir. (M.C.P.)

Triduo a la Virgen del Carmen

"También yo llevo sobre mi corazón, desde hace tanto tiempo, el Escapulario del Carmen! Por ello, pido a la Virgen del Carmen que nos ayude a todos los religiosos y las religiosas del Carmelo y a los piadosos fieles que la veneran filialmente, para crecer en su amor e irradiar en el mundo la presencia de esta Mujer del silencio y de la oración, invocada como Madre de la misericordia, Madre de la esperanza y de la gracia". San Juan Pablo II.

En pleno mes de Julio, hacemos una pequeña parada en nuestro camino para dedicarle unos días especiales a nuestra Madre la Virgen María. Bajo la advocación del Carmen, celebraremos el Triduo este jueves, viernes y sábado, a las 20:00h. en nuestra Parroquia de El Salvador. Un recorrido al encuentro del Señor.

Compartimos con vosotros, una breve historia sobre el origen de la devoción a la Virgen del Carmen y el Monte Carmelo:

El Carmelo era sin duda, el monte donde numerosos profetas rindieron culto a Dios. Los principales fueron Elías y su discípulo Eliseo, pero existían también diferentes personas que se retiraban en las cuevas de la montaña para seguir una vida eremítica. Esta forma de oración, de penitencia y de austeridad fue continuada siglos más tarde, concretamente en el III y IV, por hombres cristianos que siguieron el modelo de Jesucristo y que de alguna forma tuvieron al mismo Elías como patrón situándose en el valle llamado Wadi-es-Siah.

A mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de Occidente -algunos creen que venían de Italia-, decidieron instalarse en el mismo valle que sus antecesores y escogieron como patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo. Desde su monasterio no quisieron crear una nueva forma de culto mariano, ni tampoco, el título de la advocación, respondía a una imagen en especial.

Quisieron vivir bajo los aspectos marianos que salían reflejados en los textos evangélicos: maternidad divina, virginidad, inmaculada concepción y anunciación. Estos devotos que decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron la cuna de la Orden de los Carmelitas, y su devoción a la Virgen permitió que naciera una nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen.

Jóvenes comprometidos con la caridad

Hace cosa de un mes, el grupo de jóvenes de la Parroquia, recibió una propuesta por parte de Cáritas, la de colaborar en la tradicional tómbola de las fiestas locales, de una forma especial; no sólo como voluntarios para llevar todos los regalos a la misma, para acondicionar el local, o para vender papeletas y dar premios. 

La propuesta era realizar regalos con sus propias manos, cosa que recibieron con ilusión, poniendo a punto su creatividad y esfuerzo. 

Tardes, mañanas y noches; unas veces más, otras veces menos… Pero siempre era palpable el fuego de ese amor por el Señor, por los demás, para estar esforzándose y así ayudar de una forma más especial a quien lo necesita. 

No sabemos si esos regalos serán de agrado o no, o si serán mejores o peores que otros, lo que sí sabemos es que están realizados con muchísimo cariño. 

Gracias a los jóvenes, por su implicación, por ser una parte fundamental en ésta, nuestra familia.

Sonrisas, globos y mucha ilusión en lo alto de la torre

El pasado domingo 26, al finalizar la Eucaristía de 11, un grupo de niños, padres y catequistas, tuvieron la oportunidad, y por sorpresa, de subir a lo más alto de la iglesia de “El Salvador”. 

Momentos de cansancio, de dudas, de “¿cuántos escalones quedan?”, etc.; pero todo, quedó en el olvido cuando los más pequeños llegaron a la altura de las campanas, asombrados por su tamaño y por su sonido (tapándose los oídos la mayoría de ellos); hasta que, una vez tocaron las doce campanadas, lanzaron los globos de colores que, cuidadosamente, habían logrado subir hasta la torre. Pero ahí no quedó la cosa, todos, hasta los más pequeños, subieron a lo más alto de la torre de “El Salvador”. 

Algunos titubeantes, con carcajadas otros, y muchos impulsados por esa curiosidad inocente, llegaron a lo más alto. Qué sonrisas nos regaló el Señor a los mayores en esa mañana de domingo, de oreja a oreja. Los niños no salían de su asombro, buscaron sus casas, sus colegios, saludaban, buscaban las miradas de los mayores confirmando que lo que estaban viviendo ¡¡era real!!

Uno nunca sabe el regalo que puede tener el Señor para nosotros cuando acudimos a su encuentro a la Eucaristía.; por ello, no debemos poner impedimentos para dejarnos “encontrar” o “sorprender” por Él.